Receta de Chips de patata y boniato en el horno
¿Has probado a elaborar unos exquisitos aperitivos caseros? Estos chips de patata y boniato en el horno te van a encantar. Toma nota de sus pasos.
Hacer chips de batata y boniato en el horno es facilísimo, además de mucho más saludable que freírlos o que las que se consiguen industrialmente. Resultan un aperitivo de lo más simpático para un picoteo, que adultos y niños pueden disfrutar por igual. Claro que los fritos son los preferidos de todo el mundo, pero hacerlos puede ser más complejo, se mancha más en casa y el resultado es menos saludable.
La clave de los chips es cortarlos lo más fino posible, si es preciso con el pelador de patatas o una mandolina, de modo de que queden uniformes y del mismo grosor. Ambas verduras cuentan con muchos carbohidratos y sabor, pero son saludables porque al ser carbohidratos complejos se digieren lentamente. Acostumbrarse a aperitivos más sanos hará que los niños adquieran el hábito de alimentarse bien, aunque estén de fiesta.
Ingredientes:
Cómo preparar los chips de patata y boniato en el horno:
- Precalentar el horno a 200° C.
- Engrasar una fuente de horno o bandeja grande.
- Lavar las patatas y los boniatos, secarlos.
- Con una mandolina, cuchillo muy afilado o pela patatas, cortar ambas verduras en rodajas lo más finas posible.
- En un bol con agua fría, remojar las rodajas de patata y boniato durante media hora.
- Escurrir, enjuagar bajo el grifo y secar muy bien.
- En la fuente o bandeja repartir los chips, tratando de que estén en una sola capa, sin que haya unos encima de otros.
- Pintarlos con aceite, sazonar con el ajo picado finamente y con las especias y la sal gruesa.
- Hornear durante 10 o 15 minutos, vigilando que no se quemen. En medio de la cocción voltearlos para que se doren por ambos lados.
- Si es necesario, repetir la operación hasta que todos los chips estén cocinados.
Acompaña estos chips de patata y boniato en el horno con las salsas de tu preferencia, para mojarlos y disfrutarlos al máximo en el picoteo del fin de semana. Ten en cuenta que hay que servirlos inmediatamente para que no pierdan la cualidad crujiente. Y es que además recién hechos están mejor.
Sírvelos con alioli, o con una salsa de mostaza, o tal vez con una buena tártara casera. Quizá los niños los prefieran con kétchup. En cualquier caso, son un aperitivo espectacular que generará adicción, ya verás que no sobrará nada.